El aquelarre por el que la República Argentina
está pasando, es terrible. Lo del dólar no es nada, lo peor es la
desinformación general de los medios hacia la población, con lo cual podremos
tener en el futuro nuevamente billetes de un millón de pesos. El problema
argentino como el de muchos países de América Latina es el resultado de un
largo proceso de desaciertos que han desarrollado un cáncer político y social, que por largos
momentos ha matado la cultura del progreso centrado en las personas sus
propiedades y sus valores. Las etapas de aquel proceso las podríamos reunir
bajo estos títulos:
1-
Antecedentes coloniales previos a 1810:
Un autoritarismo centrado en una
economía donde todo lo comerciable cae bajo el ámbito de la corona. La falta de
creencia en la importancia de la persona y sus pertenencias. No aceptar el
libre comercio. Es el rey quien dispone quien comercia y quien no, y el
que da viabilidad o no a las ideas, donde el ejemplo más claro del omnipotente autoritarismo provoca la expulsión de los
Jesuitas en 1767.
2-
Antecedentes de la emancipación y
reorganización Nacional:
Poca credibilidad en las instituciones.
Prioridad política centrada en caudillos carismáticos, antes que en ideas
holísticas (concepción del hombre como una unidad psicofísica) y valores.
Autoritarismo casi místico.
3-
La reorganización Nacional 1853 -1916:
No calaron lo suficiente las ideas de la Constitución de 1853
especialmente de libre comercio, pues en forma temprana tal vez por la
inmigración posterior al 81, se mancha con los aleteos socialistas de la Europa continental (1880),
y luego al bolcheviquismo (1917), que venía en las valijas de los
inmigrantes. Las ideas políticas se centraban más en las de la revolución Francesa de igualdad,
solidaridad y Libertad que en los derechos inalienables a la vida, la libertad,
la propiedad y la búsqueda de la felicidad.
4-
El populismo 1916 - 2012
A caballo de la primera Guerra Mundial,
empezaron a cobrar fuerza ideas totalitarias que se incrementaron desde 1938,
por el accionar nazi, que en América Latina creó una red de apoyo a esa
ideología y de rechazo a lo Estados Unidos con un recalcitrante “antiyanquismo”
Situación que se prolonga en forma marcada
hasta 1944, a
pesar de la existencia de fuerzas democráticas aliadófilas que son minimizadas
por un peronismo simpatizante con el régimen nazi-fascista. Después se incrementa
esa tónica dando lugar a refugiados de la cruz gamada, a la par que por su
incomprensión de que el capital es hijo
del ahorro y nieto del trabajo, incorpora ese error en su marcha
partidaria: "combatiendo el capital
/ Perón, Perón que grande sos...". Por
otra parte el radicalismo desde 1958 comienza a peronizarse, alejándose
del ideario liberal de Alem.
La idea de que la riqueza era el
resultado de que “cuando unos ganan otros pierden”, va creando una cultura
anticapitalista, anti-occidental y anti-yanqui,
hecho que crecerá a partir del deseo cubano de hacer de la cordillera
de Los Andes, la sierra Maestra de la guerrilla latinoamericana,
postura hipócrita pues la mayoría de los que niegan el derecho a la
propiedad quieren que el estado les de
una propiedad, y otros rechazadores del capital quieren créditos baratos
a costa de pagar bajos intereses a los
ahorristas.
Se deja así de lado también por esta vía
que el capital es hijo del ahorro y nieto del
trabajo, a la par que surgen múltiples organismos de control a toda
la actividad comercial, además, que crece la idea y la práctica de “la
política de Robin Hood” de sacar a los "ricos" para dársela a los
"pobres". De este modo nuestras legislaturas provinciales
distribuidoras de puestos inventados, crecen en tamaño y gastos resultando DIEZ VECES MÁS CARAS CON UNA POBLACIÓN DIEZ
VECES MÁS CHICA que la de condados estadounidenses o
provincias europeas que tienen un PBI y una población diez veces
mayor.
Para sostener semejante nivel de gastos
en los presupuestos de los últimos diez años, el déficit estatal, fue cubierto
con préstamos del FMI, del Banco Mundial, del Banco de Desarrollo
Interamericano y múltiples bancos internacionales, pletóricos de BONOS
ARGENTINOS que salieron con la promesa de un rendimiento más alto que los
del mercado (los últimos daban un 14% de interés anual), o de la retención a
las exportaciones o sacando su dinero a los afiliados al sistema privado de
jubilaciones, o tomando utilidades no genuinas del Banco Central, o de cuenta oficiales, del PAMI y de la ANSES. Llegamos
así a no saldar la deuda externa con el Club de París, ni las provenientes a dictamines
judiciales nacionales y extranjeros como los dispuestos por el CIADI. Teniendo
como resultado dejar al país sin crédito internacional y con bancos sin ahorros
para dar créditos a las empresas.
Aquel “costo de la política”, resulta
desde 1999 aún más negativo al:
·
Cambiar
constantemente las reglas y disposiciones económicas y el nivel de los
impuestos.
·
Incautar los depósitos de los ahorristas (unos 66.000
millones)
·
Alta inflación sin
un plan económico creíble y posible.
·
Tomar unos
40.000 millones de fondos de los fondos de jubilación privada, dejando en su
lugar bonos, que hoy no se sabe como pagar.
· No cumplir varias resoluciones del CIADI. Organismo
dependiente del Banco Mundial, que tiene 144 países miembros entre ellos el
nuestro.
· No cumplir con el dictamen de reincorporar a dos
miembros de la Corte
Suprema desplazados sin fundamento jurídico, fundado en haber
declarado inconstitucional el corralito.
· Detener a banqueros por "subversión
económica", por el hecho de no haber impedido amparados por la legislación vigente salieran del país 20.000 millones de dólares.
· Inseguridad en las calles (en lo que va del año
han muerto a decenas de agentes federales y provinciales), los robos
a bancos, como a particulares, en estos casos a veces con toma de rehenes.
· Inseguridad por desbordes de grupos que hacen
"escrache" a la manera nazi a personas e instituciones, al punto que
quisieron tomar la sede de gobierno del “intendente” de Buenos Aires o que en una protesta provocaron incendios en
el Congreso de la Nación,
y en varia sprovincias fueron atacadas las sedes de los gobiernos provinciales.
Ante esta situación el FMI y los estados,
especialmente los que integran el grupo de los siete, niegan toda asistencia a la Argentina hasta que
elaboremos un presupuesto sustentable, y un acuerdo para limitar los gastos de
las provincias y seguridad jurídica.
Horizonte cercano
Se lo ve muy negro, especialmente porque unos dos
millones de personas han perdido sus ahorros o por la inflación diez veces
superior al 3% exigido a los gobiernos
europeos, por la Unión Europea.,
además::
·
Las cadenas de
pago están cortadas.
·
No hay crédito
externo ni interno.
·
Crece la
desocupación de gente que produce o
brinda servicios.
·
La pobreza
también se incrementa y con ello las villas miserias..
·
Hay manifiesto
descontento con los políticos corruptos
·
No se busca
incrementar el comercio
·
Se incrementa el
cierre de negocios
·
Se favorece la
reducción de salarios por la inflación y por convenios con las empresas que
buscan de este modo no caer en los despidos.
·
El Estado debe
ser el proveedor del bienestar general a un costo hoy de 70.000 millones
anuales en subsidios
·
Corrupción
política
·
Desaliento a la
inversión
·
No sanción al
terrorismo y al narcotráfico
Otros datos de interés
Por si esto fuera poco, tenemos que el
peronismo como ideario político se ha transformado en mística religiosa., por la
cual no se habla e las persecuciones a opositores, juicio a la Corte Suprema,
incendio de iglesias, de partidos políticos y sedes partidarias, despilfarro
del tesoro nacional, educación ideologizada, persecución a la prensa, control
de los medios, tendencia a una nación corporativa, apoyo después del 55 a grupos terroristas. Por
otro lado ningún gobierno (que no fuese
peronista) pudo terminar su mandato, sea por golpes "cívicos militares"
o huelgas interminables (en el caso de Alfonsín o el orquestado con las
protestas a De la Rúa).
En resumen los gobiernos no peronistas terminaron mal y los peronistas dejaron
al país peor.
Lo verdaderamente grave es que en aquella mística política, anida el
estado benefactor, el odio al capital, la creencia que la riqueza es estática y
debe ser distribuida por el Estado o por el partido justicialista, que es un
pecado ganar dinero (salvo el caso del artista, la corista, el deportista o el
político partidario).
La misma clase media que con los
superávit que tenía, pagaba changas a pintores de brocha gorda, empleadas
domésticas, lavadores del auto y mejoras
de la casa; hoy privada por los altos impuestos y el desempleo, lo, poco que
ahorra lo hace en dólares, da menos trabajo a los que los pueden hacer y que
constituyen la clase pobre, gente humilde que por falta de conocimientos,
problemas de enfermedad, y sin saber manejar una computadora o un ordenador, no
son reclamados por la industria ni por los servicios.
Por
otra parte el Poder Judicial no es vivido por la ciudadanía y por los elegidos como
una parte del gobierno, así en su cuenta de Twitter dijo la señora
presidente: “La justicia ata al Estado de pies y manos”, olvidando que la
tercera pata del gobierno fue creada para rescatar al ciudadano de los abusos
de los otros dos poderes el Ejecutivo y el Legislativo.