viernes, 18 de enero de 2013

Mentiras en los secretos de Estado




Los informes tomados como secreto de estado  sobre la salud de Hugo Chávez, nos recuerda  que en nuestro país la enfermedad de Eva Perón sufrió igual tratamiento, de mentiras oficiales y silencio total sobre que las primeras manifestaciones de cáncer en el cuello uterino se revelaron a principios de enero de 1950, por los análisis de sangre realizados a raíz de un fuerte dolor en la zona inguinal y de una debilidad general producto de una anemia severa, tras lo cual por la operación de apendicitis que le concretó  el cirujano Oscar Ivanissevich  aconsejó una histerectomía, operación que ya había realizado a  Juana Ibarguren madre de la señora.  Pese a ello por razones de políticas gubernamentales el facultativo fue despedido como ministro de Educación comenzando un silencio total sobre la salud de la primera dama que terminó ocultando entre otras cosas que el  tratamiento con rayos le había provocado severas quemaduras en el cuello, por lo que se convocó al cirujano estadounidense  James L.Popper  para que por medio de una lobotomía prefrontal la liberara de los intensos padecimientos, operación que buscaba mitigar el dolor, ansiedad y agitación productos de las múltiples metástasis del cáncer y de las quemaduras iatrogénicas (las producidas por mala praxis). Un ejemplo más de los gobiernos autoritarios que hacen del padecimiento de sus líderes una política de Estado, inspirada en la idea inconsciente de negar la enfermedad de  sus dirigentes por sentirla inconscientemente un castigo divino por el desacierto de sus políticas y conductas gubernamentales, como de sus mentiras sobre la buena conducción económica de la nación y de su importancia en el contexto mundial.

Un ejemplo más que muestra tanto que  la mentira es la primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo en expresión de  Jean François Revel, como un proceder condenado desde antiguo como las leyes de Hamurabi (1750 a.C) o los textos del Antiguo Testamento,     especialmente cuando mentir  encuadraba difamar a un tercero, pues hacerlo configura una afirmación de lo que es  falso con intención de engañar.

Proceder actual impulsado por el lingüista Noam Chomsky que elaboró la lista de 10 Estrategias de Manipulación a través de los medios, destinada a difundir el marxismo leninismo, como por el ideólogo Ernesto Lauclau de fuerte aceptación por los impulsores del modelo K, y por aquello que los extremos se tocan, fue también expuesto en los 11 principios de la propaganda de Goebbels, que tan bien fueron adoptados tanto por Perón como los seguidores de Alem que  crearon el diario de Yrigoyen.

Mentir como en la prestidigitación es un arte inocente para entretener, pero mentir desde el antro gubernamental encierra el deseo de engañar a la ciudadanía para perpetuarse en el poder, empleando cuantas veces se estime conveniente ocultar la verdad a través del secreto de estado.