jueves, 22 de enero de 2015

Suicidios cuestionados

 Publicado en el sitio de la Fundación Atlas 1853 el 22-01-2015

Existen en el pasado político argentino distintos casos que a poco de conocerse no fueron  calificados de suicidio por la ciudadanía, que hoy se pregunta si el caso del fiscal Alberto Nisman, no será un caso más semejante a los siguientes casos que el país conoció.

 El 9 de abril de 1953 los diarios anunciaron la muerte del Juan Duarte, a su lado había un revolver  bala calibre 38, cerrándose la causa por suicidio. Pero  una autopsia cumplida años más tarde desmintió esa versión,  estableciendo  que la cabeza del suicida había sido atravesada por una bala calibre 45, por un tiro hecho a distancia  y no por abocamiento del arma sobre la sien

El 13 de diciembre de 1990 el brigadier  Rodolfo Echegoyen  es encontrado muerto por su yerno y sus hijos en el estudio donde trabajaba, muerte que la justicia cerró como suicidio, pero reabierta años más tarde determinó que la causa  de defunción fue homicidio sin establecer su vinculación  con su investigación  sobre tráfico de drogas. .

El 25 de agosto de 1998, el capitán de navío retirado, Horacio Estrada persona, vinculada a la causa de venta ilegal de armas a Ecuador,  aparece muerto, encuadrándose el hecho judicialmente como suicidio,  producto de un disparo concretado con la mano derecha, sin tener en cuenta que el occiso era zurdo y además fueron robados importantes documentos antes de avisar de su muerte.

El 4 de noviembre de 1998, apareció colgado de una antena cercana a la Ciudad Universitaria el empresario Marcelo Cattáneo, procesado por el juez Adolfo Bagnasco por ser señalado como uno de los que supuestamente repartió las  coimas del caso IBM-Banco Nación. Su cuerpo pendía de una soga de nailon y en su boca había un recorte de diario con una nota sobre el tema. La reconstrucción del hecho determinó que muy difícilmente atendiendo a los nudos a realizar por el suicida podía colocarse la soga al cuello, teniendo los anteojos colocados. Sin embargo se cerró la causa como suicidio.


En los casos relatados  las causas de las muertes con el tiempo  fueron encuadradas judicialmente en forma opuesta pasando de suicidio si, a suicidio no. Sentencias que hacen recordar de José Hernández, éste diálogo de Martin Fierro con Cruz: “Hacéte amigo del juez, no le des de que quejarse, que siempre es bueno tener, palenque de ande rascarse” Encuadre que Roberto J. Payró en su libro Pago Chico, describe con enfoque parecido diciendo: “el gobierno de la provincia nombraba miembros de la municipalidad, comandantes militares, jueces de paz y comisarios de policía, encargados de administrarle los legisladores a su imagen y semejanza que habían de mantenerlo en el poder.” Encuadre que no hace bien a la República al afectar la credibilidad de los poderes republicanos en defensa de los derechos inalienables a la vida, la libertad, la propiedad y la búsqueda de la felicidad. Visión concordante con la ciudadanía del Mundo, que por distintos  medios señala su consternación ante la muerte del fiscal que con su investigación del caso AMIA,  involucraba de manera contundente el hacer del Poder Ejecutivo y algunos de sus adláteres. 

Infundado decreto


Publicado como  Feriados ampliados en la sesión Correo de La Prensa del  02-01-2015

El  reciente decreto de feriados dispuestos por el Poder Ejecutivo merece por lo menos  las siguientes reflexiones: Acrecienta si ningún beneficio los tiempos  para tirar sobre los tiempos para guardar y buscar el trabajo sobre el tiempo de bailar (Eclesiastés 3)
Inflige  una valoración al  ocio sobre el trabajo, que crea el problema de a  los empleadores de pagar por horas no aplicadas tanto  a la producción como a la prestación de servicios, hecho que se ve agravado en el campo de la salud donde los pacientes con turnos para su atención de un diagnóstico, una  terapia o una misma operación quirúrgica, concertadas tiempo atrás, les es negada, aun en los casos de operaciones que por lo general implican días de preparación con ingestas y medicamentos.

Los feriados a la administración pública por refleja la prevalencia del  ocio de atender a la ciudadanía en todos los aspectos que las disposiciones de control, tiene asignadas por ley o decretos. Por el otro lado si nada significa ni provocan la suspensión de esos servicios a la comunidad, significa que esos organismos son solo máquinas de impedir y no facilitadores del derecho a trabajar  y de peticionar.

Desvaloriza el deber ciudadano de integrar la sociedad y no espectador de los  circos  “romanos de ayer” y los “circos cibernéticos” del ocio actual .  A la par que por privilegiar a unos pocos se desatiende a el resto de toda la ciudanía.

El calendario anual prevé los días de festejo, que se amplían innecesariamente con el decreto cuestionado..

Lo peor aún es que el Poder Ejecutivo lo hace invadiendo la jurisdicción  del Legislativo, el que por otra parte se mantiene ajeno a su deber de ser representante de los ciudadanos,  para ser acatador “neo feudal”, inclinado ante la figura del ”rey republicano” de turno.