Obras de Roca y de Eva Duarte
En
el gobierno del presidente Avellaneda fue sancionada la ley N° 947, que
destinaba 1.700.000 pesos para el cumplimiento de la ley de 1867 que ordenaba
llevar la frontera controlada efectivamente por el estado argentino hasta los
ríos Negro, Neuquén y Agrio, cumpliendo el artículo 21 de la Constitución nacional
que señala: “Todo ciudadano argentino
esta obligado a armarse en defensa de la Patria y de esta Constitución,
conforme a las leyes que al efecto dicte el Congreso y a los decretos del
Ejecutivo nacional”. Pues los malones de araucanos y tehuelches atacaban los pueblos existentes en el sur
hasta Río IV, matando, tomando cautivos, llevando como mancebas a centenares de
mujeres y miles de cabezas de ganado que
vendían en Chile o intercambiaban
por fusiles Martini-Henry para concretar mejor sus tropelías. Esa legislación
dio pie a la campaña del desierto, contra el indio iniciada antes por el
Restaurador, que terminó con el saldo de 1313 cifra
menor a la alcanzada por la primera Campaña del Desierto de Juan Manuel de
Rosas que acabó con más del doble de ese número pues fueron 3200 los indios
ultimados. A partir de ese momento resultó incorporado el territorio indio a la
Nación, con muchos caciques vistiendo uniforme del ejército, además crecieron
las poblaciones junto con el incremento de la actividad económica y el
surgimiento de leyes como la de educación laica, la del Registro Civil, obras
de infraestructura, caminos, kilómetros de ferrocarriles y puertos. Hoy a pesar
de haber sido artífice de la República,
la figura del conductor de la
gesta del desierto, desaparecerá de los billetes de 100 pesos para ser
reemplazados por los impresos con el rostro de Eva Duarte de Perón, señora que
por ser esposa del presidente de la Nación fue
encumbrada por míticas opiniones que niegan o encubren dislates como
haber armado con el poder de ser la
Primera Dama, una Fundación con
su nombre, con fondos que compulsivamente requería a distintos medios
empresariales, los que de no hacerlo como caramelos Mu Mu y el Instituto
Massone, dejaron de funcionar. Fondos que luego a lo Robin Hood trastocaba en
bienes de todo tipo para repartir demagógicamente a necesitados que a ella acudían, y otra
parte destinaba a un vestuario muy importante y lujoso donde por ejemplo dio
que hablar una estola de martas cibelinas, que un cálido día de julio lució en
el Palacio del Pardo, ante un Franco azorado por el despropósito de ese
vestir, y que por las actuaciones no
protocolares de la segunda esposa de Perón, hizo que el Caudillo dispusiera que
en lo sucesivo ninguna encumbrada persona extranjera de visita oficial
en España se alojara en esa residencia real. En síntesis su
preocupación por el lujoso vestir con fondos ajenos a su propiedad es la mejor
muestra que la llamada “Abanderada de lo humildes”, vivía una humildad muy
lejana a la del Mahatma Gandhi, y por ende no merecedora del homenaje en los
billetes de la Nación. Por
lo expuesto la decisión de quitar la circulación de los billetes con la imagen
del general Julio Argentino Roca, está teñida de pobre ideología que no tiene
en cuenta que los pueblos que olvidan su historia, repiten sus desaciertos,
porque el manipuleo de los datos por los progresistas es un acto de
supervivencia pues como dijo George
Orwell: “Aquel que controla el presente, controla el pasado, y el que controla
el pasado controla el futuro”. Finalmente también a Julio Argentino Roca y a
Eva Duarte de Perón por sus obras los conocemos pues como dice la Biblia en Mateo 7.16: “Por los
frutos los conoceréis.
En la columna Correo de La
Prensa del 4-02-2012 se publicó este extracto:
Cambios nominativos
Atento al artículo
21 de la Constitución
nacional que señala. “Todo ciudadano
argentino esta obligado a armarse en defensa de la Patria y de esta
Constitución, conforme a las leyes que al efecto dicte el Congreso y a los
decretos del Ejecutivo nacional”, en el
gobierno del presidente Nicolás Avellaneda fue sancionada la ley 947, que
destinaba 1.700.000 pesos para el cumplimiento de la ley de 1867 que ordenaba
llevar la frontera controlada efectivamente por el estado argentino hasta los
ríos Negro, Neuquén y Agrio. Pues los malones de araucanos y tehuelches atacaban los pueblos existentes en el sur
hasta Río IV, tomando cautivos, llevando como mancebas a centenares de mujeres
y miles de cabezas de ganado que vendían
en Chile o intercambiaban por fusiles
Martini-Henry. Esa legislación dio pie a la campaña del desierto, incorporado el territorio indio a la nación, crecieron las
poblaciones junto con el incremento de la actividad económica y el surgimiento
de leyes como la de educación laica, la del Registro Civil, obras de
infraestructura, caminos, kilómetros de ferrocarriles y puertos. Hoy a pesar de
haber sido artífice de la
República, la figura del conductor de la gesta del desierto,
desaparecerá de los billetes de 100 pesos para ser reemplazados por los de la
señora Eva Duarte de Perón, encumbrada por míticas opiniones que negaban o
encubrían dislates como los de la cumbre Franco – Evita, o la existencia de un
vestuario importante y numeroso donde no faltaba una estola de martas
cibelinas, ni un abrigo de finas pieles, adquiridos por quien solo tenía por
ingresos las donaciones obligadas a su
fundación con la que a lo Robin Hood,
repartía bienes de todo tipo a necesitados..