lunes, 23 de abril de 2012

La expropiación de YPF


La expropiación de YPF
Publicado en la sesión Otras voces del diario La Nueva Provincia el  23 de abril d 2012
 
     Hasta la batalla del petróleo de Frondizi, YPF, durante largas décadas, no había logrado, entre otras cosas, el autoabastecimiento; no había hecho en Comodoro Rivadavia el necesario puerto, debiendo los barcos atracarse al tajamar, no apto para operar en carga y descarga, con vientos del Chenque, pues los navíos debían separarse de ese muro de cemento, para que su casco no se rompiera al chocar con las gruesas columnas que tenía.
     Por otro lado, ni en esa zona ni en Tierra del Fuego, YPF había hecho las necesarias destilerías para abastecer el provincial mercado local de los productos de la destilación, como naftas y querosén.
     La empresa estatal contaba con el doble de personal necesario para su operatividad, incrementando gastos que debían cubrirse con fondos del presupuesto nacional.
     Los registros gráficos obtenidos en las etapas de búsqueda y exploración eran analizados en Francia, pues carecía de los conocimientos para hacerlo.
     YPF, que tenía la búsqueda, explotación y destilación del petróleo, era la única empresa del rubro en el mundo que no tenía beneficios.
     Sin ser frondicista ni menemista, lo real es que, con las políticas de desestatización llevadas a cabo en esas épocas, se logró no sólo el autoabastecimiento, sino exportar.
     Por último, Repsol, como toda empresa que decide operar en el país, lo hace para tener beneficios para distribuir en salarios, en reservas, en mantenimiento y en dividendos para sus accionistas, operando a costos internacionales y no limitados por decisiones gubernamentales a disponer de sus ganancias.
     Tan es así que muchos peronistas y radicales olvidan que el presidente Perón, al advertir la necesidad del capital externo para lograr el necesario autoabastecimiento, por decreto Nº 6.688, del 6 de mayo de 1955, concreta un contrato de explotación con la California Argentina de Petróleo.
     Un dato más: por 1964, al ser anulados los contratos petroleros, los barcos, en su mayoría petroleros, que generalmente esperaban entrar a Comodoro Rivadavia, pasaron de 10/15 a 1 (uno), con la consiguiente desocupación de estibadores y reducción del comercio para esa ciudad.
     Por último, con el modelo propuesto de estatización de YPF, las provincias perderán, por ley del Congreso, el derecho al dominio de los recursos naturales (como el petróleo) existentes en su territorio, que les ha dado la Constitución nacional en su artículo 124.
     Hecho que no es galimatías liberal, sino una realidad que ya vimos y vivimos cuando el Congreso de la Nación, en 1932, al avalar el traspaso, de las provincias a la Nación, del cobro por tres años del impuesto de emergencia, que no caducó el 31 de diciembre de 1934, hizo del país federal un país económicamente unitario, al punto tal que votaron contra su aplicación estos visionarios legisladores no conservadores: Palacios, Ceballos, Reyes, Matienzo, Eguiguren, Laurencena, Bravo y Rothe, pues anticiparon que: "la consecuencia de este impuesto a los réditos será el empobrecimiento de las provincias, el desquicio de sus rentas y entonces tendrán que venir a mendigar al gobierno central que las sustituya en el cumplimiento de los servicios".
     Servilismo que, años más tarde, será apuntalado con la aprobación casi sin límites de los superpoderes y hoy perfeccionado con el proyecto de expropiación en marcha

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