Publicado en la revista digital Enfoques Positivos Edición Nº 437 del
26-03-2012
Distintas empresas productoras de bienes o
prestadoras de servicios, usan los códigos QR, iniciales de ‘quick response’
(respuesta rápida, en ingles), para que sus clientes y usuarios interactúen con
sus teléfonos inteligentes, en la búsqueda de información sobre sus productos o
servicios; prestación que logran a
través de un sistema de codificación de contenidos usando un símbolo cuadrado
en blanco y negro, que fotografiado por el celular que tiene el lector instalado, descifra ese “logo”
acercando a la persona en forma inmediata
la información correspondiente al producto o servicio, por ejemplo en un producto alimenticio peso, información
nutricional, modo de preparación, teléfono de contacto o de recepción de
quejas. En casos de un servicio como cocheras los códigos QR informan ubicación, horarios, costos, espacios libres.
Este código desarrollado por la compañía
Denso-Wave en 1984, es una versión evolucionada de los códigos de barra, cuyas
barras han sido reemplazadas por un cuadrado distinguido por los tres recuadros que se encuentran en
sus esquinas.
Una vez más agentes del mercado dan información a
sus clientes y usuarios en forma inmediata y fácil, mientras que los burócratas
que integran la máquina de impedir, pero no se cansan de hablar mal del
mercado, de las empresas privadas y del libre comercio, no informan a los
ciudadanos ni usuarios sobre cual es su función, las líneas de dependencia, horarios de atención, teléfonos
para lograr información, ni modos de recibir propuestas para mejorar la calidad
de las prestaciones, sueldos, viáticos, beneficios, antigüedad, días de
vacaciones, número de secretarias y de ayudantes. Y acceden a las prepagas, lo
autos de alta gama, los relojes Rolex y múltiples adicionales por su
puesto, que por otra parte no mejora un
ápice la calidad de vida de los ciudadanos.
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