Publicado en Correo de La
Prensa el 29-03-2012
Señor director:
En la
provincia de Buenos Aires se ha presentado un proyecto de ley por el que en el
plazo de 60 días serán eliminados los lugares “VIP”, bajo el pretexto que
implica discriminación y atenta contra la igualdad.
Olvidan los
patrocinantes que en todas los ámbitos del mercado encontramos ofertas “VIP”
que responden a las distintas
necesidades de los clientes y no a discriminación. Así, hay plateas y populares
en futbol, palcos, plateas pullman, superpullman en teatros; en el teatro Colón
la popular “cazuela” y el palco presidencial; también asientos VIP y turista en
aviones y colectivos, salas colectivas y habitaciones en sanatorios, en los aeropuertos lugares generales y espacios
“VIP”. En productos desde las alpargatas a los zapatos de charol; de aguas de
toalet a perfumes en cosmética, vajilla de plástico y de porcelana, copas de vidrio y de cristal,
cubiertos de plástico y de electroplata; manteles de plástico y de hilo,
celulares para comunicarse telefónicamente a otros con todo los servicios
digitales de alta gama.
Olvidan por
otra parte que los servicios y productos “VIP” requieren mayores inversiones y
personal más entrenado, por ende más puestos de trabajo.
Sería deseable
que en pos de la igualdad y la no discriminación esos legisladores
establecieran por ley la concurrencia obligatoria de todos los agentes de
gobierno a los hospitales públicos, como lo hace en Holanda la princesa Máxima; prohibiéndoles durante su mandato hacerlo en
entes privados elegidos porque los sienten “VIP”.
La igualdad
entre las personas no existe, porque cada uno de nosotros es único, hecho que
permite entre otras tantas cosas en ejercicio de la libertad, los campeonatos y
encuentros deportivos de toda índole.
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