jueves, 9 de agosto de 2012

El modelo del ideario K es bueno pero compramos dólares


El aquelarre por el que  la República Argentina está pasando, es terrible. Lo del dólar no es nada, lo peor es la desinformación general de los medios hacia la población, con lo cual podremos tener en el futuro nuevamente billetes de un millón de pesos. El problema argentino como el de muchos países de América Latina es el resultado de un largo proceso de desaciertos que han desarrollado  un cáncer político y social, que por largos momentos ha matado la cultura del progreso centrado en las personas sus propiedades y sus valores. Las etapas de aquel proceso las podríamos reunir bajo estos títulos: 

1-     Antecedentes coloniales previos a 1810:
Un autoritarismo centrado en una economía donde todo lo comerciable cae bajo el ámbito de la corona. La falta de creencia en la importancia de la persona y sus pertenencias. No aceptar el libre comercio. Es el rey  quien dispone quien comercia y quien no, y el que da viabilidad o no a las ideas, donde el ejemplo más claro del omnipotente  autoritarismo provoca la expulsión de los Jesuitas en 1767.

2-     Antecedentes  de la emancipación y reorganización Nacional:
Poca credibilidad en las instituciones. Prioridad política centrada en caudillos carismáticos, antes que en ideas holísticas (concepción del hombre como una unidad psicofísica) y valores.
Autoritarismo casi místico. 

3-     La reorganización Nacional 1853 -1916:
No calaron lo suficiente las ideas de la Constitución de 1853 especialmente de libre comercio, pues en forma temprana tal vez por la inmigración posterior al 81, se mancha con los aleteos socialistas de la Europa continental (1880), y luego al bolcheviquismo (1917), que venía en las valijas de los inmigrantes.  Las ideas políticas se centraban más  en las de la revolución Francesa de igualdad, solidaridad y Libertad que en los derechos inalienables a la vida, la libertad, la propiedad y la búsqueda de la felicidad.

4-     El populismo 1916 - 2012
A caballo de la primera Guerra Mundial, empezaron a cobrar fuerza ideas totalitarias que se incrementaron desde 1938, por el accionar nazi, que en América Latina creó una red  de apoyo a esa ideología y de rechazo a lo Estados Unidos con un recalcitrante “antiyanquismo”   Situación que se prolonga en forma marcada hasta 1944, a pesar de la existencia de fuerzas democráticas aliadófilas que son minimizadas por un peronismo simpatizante con el régimen nazi-fascista. Después se incrementa esa tónica dando lugar a refugiados de la cruz gamada, a la par que por su incomprensión de que el  capital es hijo del ahorro y nieto del trabajo, incorpora ese error en su marcha partidaria:  "combatiendo el capital / Perón, Perón que grande sos...". Por  otra parte el radicalismo desde 1958 comienza a peronizarse, alejándose del ideario liberal de Alem.

La idea de que la riqueza era el resultado de que “cuando unos ganan otros pierden”, va creando una cultura anticapitalista, anti-occidental y anti-yanqui,  hecho que crecerá a partir del deseo cubano de hacer de la cordillera de Los Andes, la sierra Maestra de la guerrilla latinoamericana, postura hipócrita pues la mayoría de los que niegan el derecho a la propiedad  quieren que el estado les de una propiedad,  y otros rechazadores del capital quieren créditos baratos a costa de  pagar bajos intereses a los ahorristas.

Se deja así de lado también por esta vía que el capital es hijo del ahorro y nieto del  trabajo, a la par que surgen múltiples organismos de control a toda la actividad comercial, además, que crece la idea y la práctica de “la política de Robin Hood” de sacar a los "ricos" para dársela a los "pobres". De este modo nuestras legislaturas provinciales distribuidoras de puestos inventados, crecen en tamaño y gastos resultando DIEZ VECES MÁS CARAS CON UNA POBLACIÓN DIEZ VECES MÁS CHICA  que la de condados estadounidenses o provincias europeas que tienen un PBI y una población diez veces mayor. 

Para sostener semejante nivel de gastos en los presupuestos de los últimos diez años, el déficit estatal, fue cubierto con préstamos del FMI, del Banco Mundial, del Banco de Desarrollo Interamericano y múltiples bancos internacionales, pletóricos de BONOS ARGENTINOS que salieron con la promesa de un rendimiento más alto que los del mercado (los últimos daban un 14% de interés anual), o de la retención a las exportaciones o sacando su dinero a los afiliados al sistema privado de jubilaciones, o tomando utilidades no genuinas del Banco Central,  o de cuenta oficiales, del PAMI y de la ANSES. Llegamos así a no saldar la deuda externa con el Club de París, ni las provenientes a dictamines judiciales nacionales y extranjeros como los dispuestos por el CIADI. Teniendo como resultado dejar al país sin crédito internacional y con bancos sin ahorros para dar créditos a las empresas. 

Aquel “costo de la política”, resulta desde 1999 aún más negativo al:
·  Cambiar constantemente las reglas y disposiciones económicas y el nivel de los impuestos.
·  Incautar  los depósitos de los ahorristas (unos 66.000 millones)
·  Alta inflación sin un plan económico creíble y posible.
·  Tomar unos 40.000 millones de fondos de los fondos de jubilación privada, dejando en su lugar bonos, que hoy no se sabe como pagar.
·  No cumplir varias resoluciones del CIADI. Organismo dependiente del Banco Mundial, que tiene 144 países miembros entre ellos el nuestro.
·  No cumplir con el dictamen de reincorporar a dos miembros de la Corte Suprema desplazados sin fundamento jurídico, fundado en haber declarado inconstitucional el corralito.
·  Detener a banqueros por "subversión económica", por el hecho de no haber impedido   amparados por la legislación vigente  salieran del país 20.000 millones de dólares.
·  Inseguridad en las calles (en lo que va del año han muerto a decenas de agentes federales y provinciales), los robos a bancos, como a particulares, en estos casos a veces con toma de rehenes.
·  Inseguridad por desbordes de grupos que hacen "escrache" a la manera nazi a personas e instituciones, al punto que quisieron tomar la sede de gobierno del “intendente”  de Buenos Aires o  que en una protesta provocaron incendios en el Congreso de la Nación, y en varia sprovincias fueron atacadas las sedes de los gobiernos provinciales.
Ante esta situación el FMI y los estados, especialmente los que integran el grupo de los siete, niegan toda asistencia a la Argentina hasta que elaboremos un presupuesto sustentable, y un acuerdo para limitar los gastos de las provincias y seguridad jurídica.
Horizonte cercano
Se lo ve muy negro, especialmente porque unos dos millones de personas han perdido sus ahorros o por la inflación diez veces superior al 3% exigido a los gobiernos  europeos, por la Unión Europea., además::
·   Las cadenas de pago están cortadas.
·   No hay crédito externo ni interno.
·   Crece la desocupación  de gente que produce o brinda servicios.
·   La pobreza también se incrementa y con ello las villas miserias..
·   Hay manifiesto descontento con los políticos corruptos
·   No se busca incrementar el comercio
·   Se incrementa el cierre de negocios
·   Se favorece la reducción de salarios por la inflación y por convenios con las empresas que buscan de este modo no caer en los despidos.
·   El Estado debe ser el proveedor del bienestar general a un costo hoy de 70.000 millones anuales  en subsidios
·   Corrupción política
·   Desaliento a la inversión
·   No sanción al terrorismo y al narcotráfico


Otros datos de interés

Por si esto fuera poco, tenemos que el peronismo como ideario político se ha  transformado en mística religiosa., por la cual no se habla e las persecuciones a opositores, juicio a la Corte Suprema, incendio de iglesias, de partidos políticos y sedes partidarias, despilfarro del tesoro nacional, educación ideologizada, persecución a la prensa, control de los medios, tendencia a una nación corporativa, apoyo después del 55 a grupos terroristas. Por otro lado  ningún gobierno (que no fuese peronista) pudo terminar su mandato, sea por golpes "cívicos militares" o huelgas interminables (en el caso de Alfonsín o el orquestado con las protestas a De la Rúa). En resumen los gobiernos no peronistas terminaron mal y los peronistas dejaron al país peor.

 

Lo verdaderamente grave  es que en aquella mística política, anida el estado benefactor, el odio al capital, la creencia que la riqueza es estática y debe ser distribuida por el Estado o por el partido justicialista, que es un pecado ganar dinero (salvo el caso del artista, la corista, el deportista o el político partidario).

 

La misma clase media que con los superávit que tenía, pagaba changas a pintores de brocha gorda, empleadas domésticas,  lavadores del auto y mejoras de la casa; hoy privada por los altos impuestos y el desempleo, lo, poco que ahorra lo hace en dólares, da menos trabajo a los que los pueden hacer y que constituyen la clase pobre, gente humilde que por falta de conocimientos, problemas de enfermedad, y sin saber manejar una computadora o un ordenador, no son reclamados por la industria ni por los servicios.

 

Por otra parte el Poder Judicial no es vivido por la ciudadanía y por los elegidos  como  una parte del gobierno, así en su cuenta de Twitter dijo la señora presidente: “La justicia ata al Estado de pies y manos”, olvidando que la tercera pata del gobierno fue creada para rescatar al ciudadano de los abusos de los otros dos poderes el Ejecutivo y el Legislativo.

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