Es interesante ver que esas mismas personas que se quejan de la distribución desigual de la riqueza en nuestro país, como en muchos otros de Occidente, no hagan referencia de lo que acaece en los países comunistas, como China, Cuba o Rusia.
China, el coloso asiático que viene creciendo año tras año, también ha generado ricos cada vez más ricos. Así, ya cuenta con 300 millones de personas que integran el sector llamado ABC1; gastando y viviendo como los ricos capitalistas, con autos caros; vistiendo de lujo occidental y no mandarín; paseando por destinos especiales decididamente muy costosos; usando celulares y los más sofisticados equipos de todo tipo.
En Cuba, a la sombra y con la anuencia de la dictadura de Fidel Castro, vive un centenar de ricos con buenos patrimonios, cuyas características fundamentales son ser funcionarios estatales y la cercanía a Fidel, que tiene una fortuna de 500 milllones de dólares
También en la ex Unión Soviética y en la Rusia de hoy, hay ricos, hombres y mujeres con nombre y apellido: el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, está casado con Elena Baturina, una importante coleccionista de arte en el mundo y distinguida clienta de Sotheby's y de Christie's. En los centros europeos, son tan conocidos estos magnates rojos que muchos profesores de esquí hablan ruso, para entenderse con estos nuevos clientes. Hombres que están concentrados en reducidos grupos controlan más del 50 por ciento de la producción industrial.
La existencia de millonarios en países comunistas de cualquier lugar de la Tierra, como en distintas sociedades del pasado y del presente, nos está indicando cosas generalmente no señaladas en los escritos críticos sobre esa concentración de riqueza, como que:
a) La distribución de la riqueza obedece al Postulado de Pareto, que señala que el 20% de la población posee el 80% de los ingresos.
b) Personas con buenas ideas han pasado de la nada a millonarios.
c) La tendencia a tener más es el producto de deseos posesivos propios de todas las personas, que se puede alcanzar con medios éticos o no, aun por aquellos que de un modo u otro están en contra de la propiedad privada.
d) Los antropólogos han mostrado que las clases altas poseedoras de riquezas se encuentran en todas las culturas, desde que Caín mató a su hermano Abel, al presente.
e) La historia también señala que la acumulación de riquezas se viene cumpliendo desde antes del capitalismo, en distintos tipos de grupos con poderes (monárquicos, teocráticos, mafiosos, políticos, sindicales, artísticos, deportivos), en gobiernos democráticos o autocráticos, aristocráticos o revolucionarios, civiles o militares.
f) Los regímenes autoritarios de hoy, como los de ayer, facilitan a muchos que viven del Estado a hacerse ricos sin trabajar y crean una inmovilidad social que hace que cada vez los ricos sean más ricos y los pobres más pobres.
g) La riqueza puede provenir también de actividades como el narcotráfico, el contrabando de armas, la prostitución organizada u otros medios mafiosos, pero también de regímenes autoritarios como los señalados, especialmente en América Latina y en África.
h) Los Estados, por medio del juego oficial de loterías, tómbolas, bingos, apuestas deportivas, descalifican al trabajo productivo, al promover ricos por medio de los juegos de azar.
i) Todos los poseedores de riqueza de todos los tiempos y todos los lugares detentan símbolos de su estamento con consumos conspicuos que concretan con disipación de sus riquezas, generando puestos de trabajo en esa producción.
En síntesis, podemos decir que la riqueza es el producto de deseos posesivos propios de todas las personas en todas las culturas, de todos los tiempos, de todos los grupos con poderes (monárquicos, teocráticos, mafiosos, políticos, sindicales, artísticos, deportivos), de todos los gobiernos (democráticos o autocráticos, aristocráticos o revolucionarios, civiles o militares). Que se puede alcanzar con esfuerzo, perseverancia y medios éticos (inversión productiva, trabajo, inteligencia, habilidades culturales, artísticas, de entretenimiento o deportivas) como por caminos fáciles, prebendarios, ocasionales o no éticos (inversión especulativa, juegos de azar, narcotráfico, terrorismo, secuestros, contrabando de armas, prostitución organizada, robo, canonjías, falsificación de dinero, estafa u otros medios mafiosos), pero también por cercanía a regímenes autoritarios que, hoy como ayer, facilitan a muchos que viven del Estado a tener riquezas sin trabajar. Además, muchas veces, los poseedores de riqueza exhiben símbolos de su estamento con consumos conspicuos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario