martes, 16 de julio de 2013

El origen del mal




EL ORIGEN DEL MAL
Conferencia pronunciada en el Centro de Formación Permanente San Roberto Bellarmino” el 27.04.2013

Los gobiernos se crearon para resolver las necesidades cívicas. Los filántropos para ayudar a resolver las necesidades sociales. Y las empresas para resolver las necesidades económicas (Roberto C. Goizueta)

1- INTRODUCCIÓN
Mal es el apócope de malo que significa:

o                       Que carece de la bondad que debe tener (por obra de fenómenos naturales y de  las personas)
o                       Nocivo para la salud (por obra de fenómenos naturales y de  las personas)
o                       Opuesto a la razón o la ley (por obra de  las personas)

En este trabajo  dejaremos de lado y análisis los males producidos por fenómenos naturales, si desarrollaremos el último significado académico  que lleva implícitamente ligado la mala acción y sus consecuencias.

Poner  el mal como una ente real, condujo por ejemplo a la creación del “Chivo emisario”, por parte de los antiguos judíos de cada población para descargar el día del Perdón todos los pecados cometidos en el año, cargando en las lanas de  un carnero textos expiatorios, para que el demonio Azazel se apropiara de la cabra y de las culpas colectivas. Acción que en términos psicoanalíticos atribuye a  ciertos procesos mentales no aceptados al mundo exterior, son endilgados a un tercero, mecanismo psicológico que denomina “proyección”.

Una primera observación nos muestra  que  el vocablo mal es  un término no indicativo de una entidad real  como humanidad y felicidad, y que  el mal tiene su  existencia cuando va ligado a la acción de una persona.  Por ende vamos a mostrar distintas notas de la acción humana.

2-LA ACCIÓN HUMANA

2-1 Primero
 Toda acción humana se concreta con el propósito de mejorar una situación, con medios limitados y con posibilidad de error

2.2 Segundo

El hombre del paleolítico sentía dentro de lo más íntimo, como necesidades intrínsecas no debidas a nadie:
o       necesidades de vivir,
o       necesidad de poder optar,
o       necesidad de tener
o       necesidad de buscar la felicidad[1].

Esa vivencia individual eran como otras necesidades, vistas y sentidas no solamente como  propias de su individualidad, sino que sentía, percibía y veía que los demás también las tenían, aun los más chicos, pues los pequeños con sus acciones mostraban deseos de vivir, de querer hacer lo que ansiaban y procuraban realizar aquello que los hacía dichosos, felices.  Veían  así a los niños jugando en las aguas frías de la laguna o cumpliendo la trabajosa idea de ir por una fruta, a la que llegaban después de trepar por las ramas del árbol; además advertían como el objeto que alguno  había encontrado o recibido para sí, era celosamente guardado como propio y verlos berrear, cuando sentían que esos propósitos eran conculcados por otro más fuerte o por los mayores. Concepción que surge de ver e interpretar las pinturas rupestres, los utensilios,  las marcas en huesos de los períodos lunares y en los trabajos de antropología cultural, como los Margaret Mead en las sociedades primitivas (manús, samoeses, balineses en las islas del Almirantazgo) visión  en línea con Jefferson que en forma irónica expresó que no tenía claro en la mente, si esa sociedad sin gobierno no sería la mejor.

En sus etapas iniciales de la prehistoria las comunidades humanas vivían en pequeños grupos que se bastaban entre sí, para satisfacer las necesidades fisiológicas, de seguridad, de relaciones sociales, de prestigio y de valores:
o       Fisiológicas (propias de todos los seres vivos de alimentarse y beber para satisfacer sus exigencias básicas de crecimiento, desarrollo y adaptación)
o       De seguridad (impulso a la asociación para satisfacer las exigencias de protegerse del medio, las inclemencias climáticas y los depredadores)
o       De relaciones sociales (exigencias  sociales, de dar afecto y recibir)
o       De prestigio (su ubicación dentro de la familia, sus pares y el grupo)
o       De valores (de apreciar su propio cuerpo, sus habilidades, destrezas y capacidades,  como sus falencias)

Cada integrante del grupo concurría a la convivencia con otros, movido no por un sentimiento de igualdad[2] sino por el impulso a la asociación[3] y el sentimiento de complementariedad  en la búsqueda de mutua  protección y satisfacción de sus necesidades. Resulta interesante ver que desde la más temprana historia hasta el presente la persona ha buscado “seguridad” y como los ciudadanos somos personas requerimos de los Estados seguridad para nuestras vidas y la de terceros, seguridad  para nuestros bienes, y como los inversores son también personas requieren esa misma seguridad para sí, sus capitales, sus propiedades materiales e intelectuales[4]. 

La observación de textos de siete religiones nos muestra una coincidencia en el principio de “No hacer a los demás, lo que no deseas que te hagan a ti”, a saber:

o       Hagan por los demás, lo que queremos que los hombres hagan por nosotros (Cristianismo)
o       No ofendas a los demás como no quisieras verte ofendido (Budismo)
o       No hagas a otros lo que te dolería si te lo hiciesen a ti. (Brahmanismo)
o       No debemos hacer a los demás lo que no deseamos que nos hagan a nosotros (Confucianismo)
o       Ninguno será verdadero creyente a menos que desee para su hermano lo mismo que desea para sí mismo. (Islamismo)
o       Lo que no quieres para ti, no lo quieras para tu prójimo. (Judaísmo)
o       Sean para ti como tuyas las ganancias de tu prójimo y como tuyas todas las pérdidas. (Taoísmo)

Norma que al ser incumplida por una de las partes implicaba un mal para el otro., por ello condujo a la designación de un juez, árbitro o jefe, para que terciara ante las situaciones de incumplimiento.

En otras palabras ya los hombres del paleolítico se apercibían de lo que muchos miles de años después, los “Padres Fundadores”, en la Declaración de Derechos señalaban entre otras cosas, que los americanos poseían los inalienables derechos a la vida, libertad, propiedad y a la búsqueda de la felicidad[5].

2.3  Otras normas
Al aparecer la escritura distintos pueblos establecieron normas escritas para la convivencia social, evitando o conjugando el mal, como lo fueron:
o       Código de Ur-Nammu      2150-2050 a.C.
o       Código de Lipit-istar         1934-1924 a.C.
o       Leyes de Eshunna                    1930 a.C.
o       Leyes de Hamurabi (Hamurapi)  1798-1750 a.C.
o       Decálogo de Moisés        1350-1230 a.C.
o       Cilindro de Ciro                 559 -  520 a.C.
o       Carta de  Manden (Sundiata Keita)                   1222 d.C.

Las normas humanas marcan como los artículos de las leyes de los distintos deportes, lo que es válido y lo incorrecto o malo, estableciendo sanciones en este último caso.


En nuestra relación con el entorno, Martín Buber[6] encontró  estos dos pares de vocablos son:

o       Yo-Tú (que implica la relación de una persona con otra)  

o       Yo-Ello (que corresponde a la relación de una persona con un  animal, planta o cosa).

Donde el Yo en relación con los Ellos capta su cosidad, mientras con los Tú su persona

Algunas veces personas que no pueden abrirse a otros o sentir con y por ellos, toman algunas cosas como Tú,   prodigando a esa piedra, planta o animal un trato personal, especialmente afectivo, fruto de no haber podido o sabido canalizarlo en un Otro[7]. Esto en las relaciones gubernamentales con la gente poco importa, salvo que el funcionario nombre a un caballo ministro o cónsul.

Muchas veces por equívoco o por desvalorización de la persona, el Otro se convierte en un Ello, se da cuando el Tú es tratado como cosa, sea por la acción o por la palabra; práctica que se concreta cuando no se tiene en cuenta la vida, la libertad, la propiedad y la búsqueda de la felicidad del otro. Quien lo concreta puede ser un familiar, un amigo, un delincuente, como también todo funcionario electo o no que con su acción limita y avasalla con su “norma, disposición, ordenanza o edicto  feudal o leyes de Indias” los derechos inalienables  de la persona del ciudadano; en esa situación el funcionario pierde su razón de ser en el Estado, para ser el una cosa para la organización de pertenencia, pensemos en los sanguinarios Herodes,  Nerón, Marat, Danton, Robespierre, Lenin, Stalin, Hitler, Mussolini y en los dictadores de Batista, Somoza, Perón, Strossner, Castro o Chávez, más todos sus cortes, de cortesanas y bufones.

La relación activa entre un Yo y un Tú, muestra estas distintas formas:

Modos                                                    Ejemplos                             
Yo  siendo             con Otro         Estar en COMPAÑÍA  (en una comida)
Yo haciendo          con Otro         Hacer COOPERANDO (en tareas o juegos)
Yo entendiéndome con Otro   Hallarse TRANSANDO (en una compra o trueque)

Modificaciones
Yo hacia          Otro                             SIMPATÍA
Yo sintiendo el sentir del     Otro         EMPATÍA
Yo dándome y aceptando al Otro         AMOR

Contrarios
Yo contra el   Otro                        CONFRONTACIÓN
Yo separado del Otro                   ANTIPATIA                            
Yo  junto a     Otro                       INDIFERENCIA                 


 
                                                                       
2.5 Los cuatro gigantes del alma
Como en la acción humana se concreta bajo el imperio de la razón, los sentimientos y la voluntad, resulta de interés para el estudio del mal, examinar las pasiones humanas para Emilio Mira y López, figura relevante de la psicología y la psiquiatría, que las define como el miedo, la ira, el amor y el deber:

o       El miedo sirve para salvaguardar la vida ante el peligro natural,
o       La ira para reaccionar defensivamente ante la amenaza a la vida, valores y propiedad  por otra persona
o       El amor para la relación de los sentimientos
o       El deber porque como lo señala Mahatma Gandhi  es la verdadera fuente del derecho.

Este enfoque resulta de interés pues en lo político “el verdadero líder no es aquel que hace grandes cosas, sino aquel que  impulsa a los demás a hacer grandes cosas” (sic) Ronald Reagan), y lo hace impulsado por el amor y el deber, mientras que los déspotas lo hacen respondiendo con ira y generando miedo. En nuestra historia encontramos un jacobino como Mariano Moreno que en su “Plan Revolucionario de Operaciones “expresa:

“el menor pensamiento de un hombre que sea contrario al nuevo sistema es un delito por la influencia y por el estrago que pueda causar con su ejemplo, y su castigo es irremediable…y así no debe escandalizar el sentido de mis voces, de cortar cabezas, verter sangre a toda costa”

En otras palabras anida en cada uno de nosotros un Abel y un Caín, y si el primero no domina al segundo, emerge el ansia asesina vista  en tantos ejemplos en la vida ciudadana, un nieto que mata a u abuelo creador entre otros de tiras como la de Don Fulgencio, o el dentista que desbordado por su entorno familiar mata a su mujer, su suegra y dos hijas, o a dos hermanos que asesinan a sus padres ferozmente. Posición sostenida entre otros por George Orwell que sostiene que todos desde el empleado del más bajo escalón, al más alto ejecutivo, tenemos entre múltiples  facetas la de ser Macbeth, que produce asesinos como Hitler, Stalin, Mao, Castro o el Che. O el caso de la matanza de 77 personas por   Anders Behring Breivik, el 22 de julio de 2011 en Noruega, o de las 8 víctimas  por las balas  de Rafael Solich en Carmen de Patagones el 28 de septiembre de 2004, o la  reciente masacre en el maratón de Boston perpetrada por los hermanos de Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev[8].


2.6 La maldad para el investigador Marcelino Cereijido

Señala que la maldad a pesar de ser en el mundo uno de los flagelos de la humanidad, no se la estudiado científicamente en forma interdisciplinaria vinculando la genética, con la historia, la literatura y la filosofía, que analicen que razones biológicas y culturales hacen que todos seamos, dadas las circunstancias, “unos hijos de puta”.

Señala que ese estudio permitiría erradicar la maldad como se lo ha hecho con la sífilis y la tuberculosis.  Observando que en distintas culturas aquel que perjudica en forma grave (sabiéndolo) a un tercero es un “hijo de puta”.

Teniendo la  caída de la manzana ante  sus ojos, pero con el preconcepto de encontrar la “noxa” del origen de la maldad, no capta que la conducta del malo, es el reflejo de una persona privada de amor  por su madre meretriz, desde antes y después  del nacimiento, pues su existencia de un modo u otro impedía el cumplimiento del trabajo de la madre, que tampoco conocía quien era el padre.

El mal no obedece a una “noxa”  física, sino el resultado de la vivencia de inexistencia de amor. Melanie Klein, señala que muchas veces la demora en la alimentación hace que el bebé sienta al pecho de su madre como malo, y por no haber roto el “cordón psicológico” el es malo.

3. EN SÍNTESIS: COMO EVITAR EL MAL

El  mal no proviene de un genio externo, es producto de la falta de amor al prójimo, por ende  debemos ponernos en mente No hacer a los demás lo que nosotros nos queremos que los demás nos hagan, partiendo  por la vía del amor primero a sí mismo, luego al prójimo, no olvidando el amor al Absoluto[9].

Un amor concreto no filosófico, en  términos deportivos un amor a la camiseta argentina.

Amor que se pone de manifiesto primero en estar atentos a las necesidades propias y ajenas, para tener la disponibilidad de poner el hombro para cristalizarlas (ayudamos a cruzar al ciego, porque lo vemos).

 Amor  en darnos como se cantaba en los colegios de la década del 80:“¡Estudiantes!... Alcemos la bandera  que ilustraron los próceres de ayer  y florezca a sus pies la primavera  del amor renovado en nuestro ser”. [10].

Amor  en darnos sin recordar, recibir sin olvidar.

Amor  en darnos sin buscar prebendas, sin hacerlo por intereses mezquinos, darnos con la fuerza que una madre da su vida para salvar la de su hijo por nacer) procediendo de ese modo, podemos inducir a otros a hacerlo, recordando que también debemos darnos a nosotros mismos.

Amor que se manifiesta en aceptar al otro, acción más difícil del Amor, pues debo aceptar al Otro por lo que fue, lo que es, lo que será y por todo lo que no pudo ser. Aceptar las diferencias del otro es más problemático y más aun cuando no da nada o permanece frío ante las necesidades que se le formulan. (Un claro ejemplo de amor humano, es el que siente una persona ante el familiar adicto, especialmente al alcohol o a la droga; como también ante el juego, u accionar delictivo).

Por otro lado estar del lado de las víctimas y no de los victimarios los que deben ser reprimidos y penados si la mala acción cometida se encuadra en una forma del delito, pues la acción mala  deviene de una persona mala, un malvado que la sociedad debe  sancionar para la salvaguarda de los derechos a la vida, la libertad, la propiedad  y la búsqueda de la felicidad  de  los ciudadanos. En los otros casos  quien equivoca el camino y actúa  mal debe ser inducido por el   amigo a  no repetir aquel actuar.

A muchos les parecerá una propuesta imposible, sin embargo la más larga de las jornadas se inicia con un paso. No lograremos eliminar la maldad humana, pero si  acotar la propia y minimizar la ajena, pues muchos por lo señalado desean mantenerse en el rol de Caín.

Y procurar  hacerlo no los 24 de diciembre o el día del Perdón, sino todos los días, en otras palabras hacer constante la fidelidad  a este principio[11].

Buenos Aires 27 de abril de 2013



[1] Pasar del displacer al placer, de una situación a otra mejor, sintiendo contento con ese logro.
[2] Como todos se sentían distintos en sus habilidades, el concepto de igualdad no se percibía, pero si el de unidad en el grupo.
[3] Phillip Lersh  llama impulso de asociación al instinto básico e incólume de buscar  a los demás, en un tipo de asociación. Para el autor este impulso social es una derivación de los primeros instintos de succión del neonato, que lo mueve primero a buscar el pezón para alimentarse y luego a la proveedora (madre) , que a su vez lo lleva a sentir que la presencia del otro (madre) le da seguridad de protección, que cubre su ser “incompleto”. Esa búsqueda de asociarse  para sentirse completo, fue recogida por el refranero popular como encontró su media naranja.
[4] Necesidad antropológica desconocida por los tiranos, los déspotas y los progresistas.
[5] Savelle, Max – Historia de la civilización norteamericana - Sin datos de editor ni fecha de edición, probablemente después de 1957. Página 141
[6] Filósofo y pensador hebreo contemporáneo, que tiene por concepto básico fundamental que la forma más perfecta y elevada de la convivencia humana, es el encuentro y diálogo entre Yo y Tú.
[7] Es el caso de la personas oligotímicas (bajo nivel afectivo). Dijo Sigrid Lundset: “Hay quien ama a los animales y flores porque es incapaz de entenderse con su prójimo”.
[8] Los terroristas buscan tres cosas: un blanco icónico, rico en símbolos y ciertamente, el Maratón de Boston lo es, un evento enorme, mundial. También buscan blancos que les provean un alto conteo de cuerpos, y aunque este no mató a mucha gente -que era lo que probablemente buscaban-, hirió a muchas personas. Y en tercer lugar, su objetivo es alterar la economía, la vida de las ciudades. En estos ataques las víctimas son irrelevantes para los terroristas, en la medida en que haya un gran número de gente muerta y mucha gente viéndolo. (Artículo de  Internet publicado por RTVE.es / Agencia el 25.04.2013)
[9] Ese Amor al Absoluto no lo olvidaron nuestros constituyentes, ni  los Padres Fundadores de EEUU.
[10] Verso de la Canción del Estudiante de Francisco García Jiménez, que antes se cantaba en todos los colegios secundarios del país, con Música: E. C. Galeano y C. Guastavino
[11] Dice Martín Buber “E l hombre quiere ser confirmado en su ser por el hombre, y desea la presencia del ser del otro... Secreta y turbadamente espera un SI que le permita ser y que puede llegar a él sólo de persona a persona”.
                                  

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