domingo, 24 de junio de 2012

Hacia la Plaza para La Solano Lima


Tomado del sitio: lasolanolimapro.blogspot.com.a

La Solano Lima

SOMOS LA JUVENTUD DE PROpuesta PERONISTAsábado, 23 de junio de 2012

A PLAZA DE MAYO

El impuesto al salario es el más regresivo y destructor de la dignidad de los trabajadores. Sólo un gobierno encerrado en la soberbia y la comodidad del poder puede defenderlo para hacer más caja al servicio del clientelismo y la corrupción. El papel de la comisión de acción política del Partido (ex) Justicialista expresa la estrechez de pensamiento de algunos gobernadores que imitan a la Casa Rosada en lo peor, por eso terminarán peor.  Esa comisión le aplicó calificativos procaces a Hugo Moyano porque el camionero defiende a los trabajadores. Urtubey llegó a calificar de “extorsionador” al jefe cegetista. El salteño quiere ser candidato a presidente, el elegido de Cristina. Se pelea a los codazos con Capitanich por la cucarda mayor. Son dos jóvenes estrellas del firmamento kirchnerista. Fugaces.

Cada vez que el movimiento obrero organizado dio batalla por el derecho de los trabajadores, ganó. Ganaron Rucci y Ubaldini. Moyano se encamina en esa dirección. El gobierno agotado poco y nada puede ofrecer. Apenas dosis de relato que ya no creen ni los niños de jardín de infantes. Y lo peor es la soberbia de una Presidenta encaprichada y rebasada por los acontecimientos. El kirchnerismo era Néstor Kirchner. Cristina y La Cámpora son una caricatura.  Los tapa el agua. A fines de febrero fuimos durísimos: El kirchnerismo se ahoga. No nos equivocamos.

Cada día que pasa, los kirchneristas se incineran en el discurso falsificador. Un gobierno nacional y popular que le pide al Reino Unido dialogar por las Malvinas, pero en el país profundiza el monólogo. Un gobierno nacional y popular que se llena la boca hablando de “inclusión”, pero hace caja metiendo la mano en el bolsillo de los trabajadores y de los jubilados. Un gobierno que se autoproclama progresista, pero que recurre a la Gendarmería, al Ejército y a la Justicia amiga para intimidar a los compañeros sindicalistas. Un gobierno que se ha apropiado de los derechos humanos, le manda la patota a Julio Piumato y le advierte que si continúa apoyando a los trabajadores, le van a asesinar la hija. ¿Quiénes defienden tantas contradicciones? Los hijos de la mentira.

Asistimos al corolario de una etapa signada por la lógica binaria de un señor que tuvo muchísima suerte en su vida política. Y que fue el presidente más corrupto de la historia: Néstor Carlos Kirchner. Este señor instaló mentiras con categoría de verdades y les abrió las puertas a los oportunistas y atorrantes que en nombre de las convicciones fueron por el oro y no por el bronce. Como quería Él. Como hizo Él. Que en paz descanse.

Todavía algún incauto repite la estupidez de que “Néstor no dejó las convicciones en la puerta de la Casa Rosada”. Pésimo. Precisamente un presidente es estadista cuando abandona la parcialidad y gobierna con magnanimidad. Con grandeza. Con diálogo. Un presidente para ser estadista tiene que tener en cuenta a Max Weber. Ser esclavo de la ética de la responsabilidad y no de la ética de la convicción. Porque la ética de la convicción pervierte, achica la mirada, condiciona la perspectiva. Un presidente que se jacta de responder más a las convicciones partidarias que a los intereses de la diversidad, es un déspota disfrazado de demócrata. Porque toda ideología es totalitaria. Aquí nació el “vamos por todo”. A no quejarse, es tarde para lágrimas, es hora de dar vuelta esta triste página de los argentinos.

¿No hay que tener convicciones entonces? Sí. Pero un estadista nunca las privilegiará en detrimento de su investidura, las someterá a la jerarquía constitucional adquirida en las urnas que dan legitimidad, pero nunca dan una patente de corso para hacer o deshacer a gusto personal del elegido. En la escala de valores políticos de un estadista primero está la Constitución, después la Constitución y por último también la Constitución. La Constitución es un símbolo de unidad nacional, un programa de gobierno, un pacto de convivencia de los que pensamos distinto. Quien a ella se someta, será garantía de libertad y de bienestar general.

¿Qué hizo Kirchner? Vino a dividir, a pisotear la Constitución y a las instituciones (“inventos de la corpo”),  vino a enfrentar, a remozar antinomias con el único objetivo de quedar en la condición de árbitro y de jefe supremo de “todos y todas”. Lo consiguió. Aprovechó el precio fenomenal de la soja y el reordenamiento de la estructura económico-social que iniciaran Duhalde-Lavagna. Y generó una cadena consumista. Un castillo de naipes. Aderezado con suculentas porciones de relato oficial, que le dio fanatismo al modelo. Agrandó el Estado con miles de empleos. Militancia rentada. Canilla libre. La Cámpora. Etcétera.

 Ingresamos en la fase de pagar el costo de un modelo que se degeneró en 2006 y ha desbarrancado en 2012. El despilfarro, la inflación galopante, el saqueo del Estado, la fiesta de Puerto Madero, se pagan, y caro. Pero la pagan la clase media y los de abajo. Los trabajadores. Y también los emprendedores, los ruralistas, los que arriesgan su capital y su empresa sin arrastrarse ante Guillermo Moreno. Por eso, sale Moyano. Porque las brevas maduraron. Y si no estuviera Moyano sería otro, el sindicalista es circunstancial, pasa a segundo plano. Prevalen las condiciones objetivas de un plan sistemático de apropiación de la riqueza ajena que desafía y acicatea a quienes sienten la Patria y la llevan en el alma, entonces el cauce se dirige a Plaza de Mayo. Como siempre ha ocurrido y ocurrirá. Nada nuevo bajo el sol. Únicamente los enceguecidos por la corrupción niegan la gravedad de la situación. Han jibarizado el 54%. Ellos mismos con sus torpezas e incapacidades. Reclamar la eliminación del impuesto al salario y la universalización de las asignaciones familiares, no es golpista.

Es golpista sostener un modelo dañino que ya aumentó la deuda pública en 600.000 millones de pesos.  

Es golpista pisotear la Constitución y las leyes.

Es golpista utilizar los medios estatales para imponer una ideología reñida con el sentido común.

Es golpista mentir, mentir y mentir para que algo quede como proponía Goebbels.

Es golpista ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio como en el caso de Paraguay.

La institucionalidad se defiende cumpliendo con la Constitución.

Sólo la institucionalidad crea más institucionalidad.

El populismo es desinstitucionalizante para consumar sus fechorías. Es golpista de verdad.

La contraofensiva estratégica contra la institucionalidad es liderada por los kirchneristas que tienen fecha de vencimiento: 10 de diciembre de 2015 (previa escala de derrota en 2013).

Defender a los trabajadores es el camino que nos conduce a la grandeza de la Patria y a la felicidad del Pueblo.

“Dónde hay un obrero está la Patria”, decía Evita.

“Para el Peronismo hay una sola clase de hombres: los que trabajan”, enseñó el General que regresó del exilio para abrazarse con sus adversarios.

La Plaza de Mayo se llena de trabajadores.

Es la Plaza de las Madres que nunca transaron con la memoria de sus hijos.

La misma Plaza del 17 de Octubre y de las luchas democráticas.

La Plaza donde Perón echó a los montoneros para llevar en sus oídos la más maravillosa música que es la palabra del Pueblo Argentino.

Estamos marchando.

Por la República, la Convivencia Pacífica y la Justicia Social.

Triunfaremos.

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