Tomado del sitio: lasolanolimapro.blogspot.com.a
La Solano Lima
SOMOS LA JUVENTUD DE PROpuesta
PERONISTAsábado, 23 de junio de 2012
A PLAZA DE MAYO
El
impuesto al salario es el más regresivo y destructor de la dignidad de los
trabajadores. Sólo un gobierno encerrado en la soberbia y la comodidad del
poder puede defenderlo para hacer más caja al servicio del clientelismo y la
corrupción. El papel de la comisión de acción política del Partido (ex)
Justicialista expresa la estrechez de pensamiento de algunos gobernadores que
imitan a la Casa Rosada
en lo peor, por eso terminarán peor. Esa comisión le aplicó calificativos
procaces a Hugo Moyano porque el camionero defiende a los trabajadores. Urtubey
llegó a calificar de “extorsionador” al jefe cegetista. El salteño quiere ser
candidato a presidente, el elegido de Cristina. Se pelea a los codazos con
Capitanich por la cucarda mayor. Son dos jóvenes estrellas del firmamento
kirchnerista. Fugaces.
Cada
vez que el movimiento obrero organizado dio batalla por el derecho de los
trabajadores, ganó. Ganaron Rucci y Ubaldini. Moyano se encamina en esa
dirección. El gobierno agotado poco y nada puede ofrecer. Apenas dosis de
relato que ya no creen ni los niños de jardín de infantes. Y lo peor es la
soberbia de una Presidenta encaprichada y rebasada por los acontecimientos. El
kirchnerismo era Néstor Kirchner. Cristina y La Cámpora son una
caricatura. Los tapa el agua. A fines de febrero fuimos durísimos:
El kirchnerismo se ahoga. No nos equivocamos.
Cada
día que pasa, los kirchneristas se incineran en el discurso falsificador. Un
gobierno nacional y popular que le pide al Reino Unido dialogar por las
Malvinas, pero en el país profundiza el monólogo. Un gobierno nacional y
popular que se llena la boca hablando de “inclusión”, pero hace caja metiendo
la mano en el bolsillo de los trabajadores y de los jubilados. Un gobierno que
se autoproclama progresista, pero que recurre a la Gendarmería, al
Ejército y a la Justicia
amiga para intimidar a los compañeros sindicalistas. Un gobierno que se ha
apropiado de los derechos humanos, le manda la patota a Julio Piumato y le
advierte que si continúa apoyando a los trabajadores, le van a asesinar la
hija. ¿Quiénes defienden tantas contradicciones? Los hijos de la mentira.
Asistimos
al corolario de una etapa signada por la lógica binaria de un señor que tuvo
muchísima suerte en su vida política. Y que fue el presidente más corrupto de
la historia: Néstor Carlos Kirchner. Este señor instaló mentiras con categoría
de verdades y les abrió las puertas a los oportunistas y atorrantes que en
nombre de las convicciones fueron por el oro y no por el bronce. Como quería
Él. Como hizo Él. Que en paz descanse.
Todavía
algún incauto repite la estupidez de que “Néstor no dejó las convicciones en la
puerta de la Casa Rosada”.
Pésimo. Precisamente un presidente es estadista cuando abandona la parcialidad
y gobierna con magnanimidad. Con grandeza. Con diálogo. Un presidente para ser
estadista tiene que tener en cuenta a Max Weber. Ser esclavo de la ética de la
responsabilidad y no de la ética de la convicción. Porque la ética de la
convicción pervierte, achica la mirada, condiciona la perspectiva. Un
presidente que se jacta de responder más a las convicciones partidarias que a
los intereses de la diversidad, es un déspota disfrazado de demócrata. Porque
toda ideología es totalitaria. Aquí nació el “vamos por todo”. A no quejarse,
es tarde para lágrimas, es hora de dar vuelta esta triste página de los
argentinos.
¿No
hay que tener convicciones entonces? Sí. Pero un estadista nunca las
privilegiará en detrimento de su investidura, las someterá a la jerarquía
constitucional adquirida en las urnas que dan legitimidad, pero nunca dan una
patente de corso para hacer o deshacer a gusto personal del elegido. En la
escala de valores políticos de un estadista primero está la Constitución, después
la Constitución
y por último también la
Constitución. La Constitución es un símbolo de unidad
nacional, un programa de gobierno, un pacto de convivencia de los que pensamos
distinto. Quien a ella se someta, será garantía de libertad y de bienestar
general.
¿Qué
hizo Kirchner? Vino a dividir, a pisotear la Constitución y a las
instituciones (“inventos de la corpo”), vino a enfrentar, a remozar
antinomias con el único objetivo de quedar en la condición de árbitro y de jefe
supremo de “todos y todas”. Lo consiguió. Aprovechó el precio fenomenal de la
soja y el reordenamiento de la estructura económico-social que iniciaran
Duhalde-Lavagna. Y generó una cadena consumista. Un castillo de naipes.
Aderezado con suculentas porciones de relato oficial, que le dio fanatismo al
modelo. Agrandó el Estado con miles de empleos. Militancia rentada. Canilla
libre. La Cámpora.
Etcétera.
Ingresamos
en la fase de pagar el costo de un modelo que se degeneró en 2006 y ha
desbarrancado en 2012. El despilfarro, la inflación galopante, el saqueo del
Estado, la fiesta de Puerto Madero, se pagan, y caro. Pero la pagan la clase
media y los de abajo. Los trabajadores. Y también los emprendedores, los
ruralistas, los que arriesgan su capital y su empresa sin arrastrarse ante
Guillermo Moreno. Por eso, sale Moyano. Porque las brevas maduraron. Y si no
estuviera Moyano sería otro, el sindicalista es circunstancial, pasa a segundo
plano. Prevalen las condiciones objetivas de un plan sistemático de apropiación
de la riqueza ajena que desafía y acicatea a quienes sienten la Patria y la llevan en el
alma, entonces el cauce se dirige a Plaza de Mayo. Como siempre ha ocurrido y
ocurrirá. Nada nuevo bajo el sol. Únicamente los enceguecidos por la corrupción
niegan la gravedad de la situación. Han jibarizado el 54%. Ellos mismos con sus
torpezas e incapacidades. Reclamar la eliminación del impuesto al salario y la
universalización de las asignaciones familiares, no es golpista.
Es
golpista sostener un modelo dañino que ya aumentó la deuda pública en 600.000
millones de pesos.
Es
golpista pisotear la
Constitución y las leyes.
Es
golpista utilizar los medios estatales para imponer una ideología reñida con el
sentido común.
Es
golpista mentir, mentir y mentir para que algo quede como proponía Goebbels.
Es
golpista ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio como en el caso
de Paraguay.
La
institucionalidad se defiende cumpliendo con la Constitución.
Sólo
la institucionalidad crea más institucionalidad.
El
populismo es desinstitucionalizante para consumar sus fechorías. Es golpista de
verdad.
La
contraofensiva estratégica contra la institucionalidad es liderada por los
kirchneristas que tienen fecha de vencimiento: 10 de diciembre de 2015 (previa escala
de derrota en 2013).
Defender
a los trabajadores es el camino que nos conduce a la grandeza de la Patria y a la felicidad del
Pueblo.
“Dónde
hay un obrero está la Patria”,
decía Evita.
“Para
el Peronismo hay una sola clase de hombres: los que trabajan”, enseñó el
General que regresó del exilio para abrazarse con sus adversarios.
La Plaza de Mayo se llena de trabajadores.
Es
la Plaza de las
Madres que nunca transaron con la memoria de sus hijos.
La
misma Plaza del 17 de Octubre y de las luchas democráticas.
La Plaza donde Perón echó a los montoneros para llevar en sus
oídos la más maravillosa música que es la palabra del Pueblo Argentino.
Estamos
marchando.
Por
la República,
la Convivencia
Pacífica y la Justicia Social.
Triunfaremos.
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