Las partes I II y III de esta serie
"Malos postulados políticos" se publicaron los días 7. 17 y 25 e mayo
del año 2012
Aquí se pone de manifiesto la aplicación de la
ideología marxista-leninista, que produjo
210 millones de muertos, superando lo 20 millones del nazismo y los
30 millones de Japón, cifras y que a pesar de su carácter nefasto en la
República Argentina fueron incorporadas muchas de sus ideas en las cartas
orgánicas de partidos no necesariamente de izquierda o integran textos
constitucionales, o son divulgadas en las aulas escolares o en los claustros
universitarios, tiñendo el accionar del poder, y que al concretarlos especialmente en estos últimos años, han
pisoteando y dejado de lado la
Constitución de Juan Bautista Alberdi. Visión y conocimiento necesario de la ideología roja, pues solamente si exigimos el abandono de
leyes y acciones gubernamentales que los instrumentan, volveremos a tener la
República Argentina.
El articulado ideológico leninista marxista ha
concretado en la República Argentina como en muchos países estos cinco
propósitos políticos.
1 -Ruptura de valores culturales
2.-Intervención estatal de toda la economía
3.-Control y manipulación de los medios
4.-Organización de ONG y fuerzas para policiales para
neutralizar opositores y acrecentar la
difusión del ideario rojo.
5.-Neutralizar las Fuerzas armadas
Primer
propósito rojo: Cambiar, tergiversar
o devaluar las creencias culturales, históricas y de moda en las sociedades no comunistas como la moral,
religiosas, políticas, económicas, de seguridad. Buscar abolir todas las leyes
contra la obscenidad definiéndolas como “censura” y violación a la libertad de
expresión; demoler las normas culturales del sentido moral, fomentando la
pornografía en libros, periódicos ilustrados, cine, radio y TV; presentar la
homosexualidad, las degeneraciones y la promiscuidad de sexos como “normales,
naturales y saludables. Para finalmente crear una nueva cultura de postulados
marxistas leninistas que aseguren primero la toma del poder sin una revolución
y luego su permanencia en él.
La idea directriz de Bernstein, como de Gramsci y
Marcuse, considera que se puede por la vía de la democracia acceder al poder,
disfrazados de corderos para lo cual se subvierten las instituciones sociales,
familia, matrimonio, iglesia, educación infantil, adicciones a las drogas, al
alcohol a la prostitución, el aborto y las escalas de valores de la sociedad.
Dentro de esta línea argumental se propiciará crear una anticultura a través de
la cual sus mentores se auto señalan
permanentemente como la vía de solución de las distintas deficiencias
sociales como la pobreza, el desempleo, fallas en la educación y en la salud, las creencias como opio del pueblo,
empleando todas las formas de manipulación posible, como también para “la
mentira primera de todas las fuerzas que
dirigen el mundo” (sic Jean Francois
Revel), denostando tanto
las ideas opuestas como a sus mentores, a los que se los silenciará de
cualquier forma.
Segundo propósito rojo: Tomar como principal campo de batalla para la
victoria de la revolución la intervención estatal sobre la totalidad de la
economía, ya sea interviniendo, expropiando, confiscando o acentuando el control
de las empresas privadas, además crear
empresas estatales o semi-estatales, apoyar desenfadadamente el “capitalismo de amigos”, crear organismos afines sin control, fijar las
tasas, el tipo de cambio, controlar las exportaciones e importaciones; fijar
precios máximos a los bienes de consumo masivo, a los precios de combustibles,
de los servicios públicos de agua, energía, telecomunicaciones y medios
audiovisuales; establecer niveles de
stock; controlar los mercados bursátiles, de cambios, de vacunos, de cereales, de comercio, de lácteos, de servicios, centralizar los
créditos, colocar la banca en manos del Estado, nacionalizar los recursos
naturales.
Tercer
propósito rojo: despojar cuanto
antes a la clase opositora de los medios masivos de información y
propaganda, buscar imponer el monopolio
del periodismo gráfico, oral y visual,
ya sea interviniendo, hostigando, expropiando, confiscando o acentuando
el control de los medios privados; además
crear radios, canales, cables, periódicos, revistas, programas,
artes estatales o semi-estatales; apoyar económicamente sin desenfado “ los
medios de amigos”; intervenir, expropiar, confiscar o acentuar el control de la
fabricación de papel de diarios, como su importación y su precio de venta; crear organismos afines sin observación
parlamentaria para el control de
periodistas y su matriculación; aplicación discrecional del estado de sitio,
asaltos y atentados a diarios y periodistas no afines; limitar el número de páginas a los
periódicos, usar al máximo el manejo discrecional de la propaganda oficial o aprietes telefónicos y
presión de la propaganda callejera de afiches, levantar programas, cerrar tanto
radios como canales no afines,
interferir las frecuencias de las emisoras de la oposición, crear organismos
oficiales de prensa y difusión, con características de KGV soviética o las SS
nazi. En síntesis establecer al máximo la sensación de miedo para coartar los deseos de libertad de los
ciudadanos, pensamiento compartido por Eneas Biglione cuando dice: “pese a despotricar día y noche contra el
capitalismo y sus avances tecnológicos, los caudillos latinoamericanos explotan
las bondades de las más modernas técnicas de comunicación para conquistar las
mentes de sus connacionales y alterar la percepción de la realidad”
Cuarto
propósito rojo: crear bases de poder
extraparlamentario, más poderosas que las organizaciones de masas omnímodas
(tipo grupos de protesta) para en el caso de ser necesario, contar con grupos
activos, masas populares y reaccionarias para sostener al gobierno ante un
golpe de Estado.
Quinto
propósito rojo: Considerando que en
el siglo pasado las fuerzas armadas neutralizaron o anularon la transformación
marxista de distintos países sudamericanos, se impone, neutralizarlas totalmente, por medio de tres opciones: a)
Una purga a fondo, el descabezamiento de las cabezas de mando y la purga
permanente de los elementos inseguros entre los jefes y oficiales. b) Una paulatina reducción de los efectivos y
del presupuesto de defensa, para tornarlas sin importancia ante un grave clima
político gubernamental. c) Creación de grupos armados independientes, policía
móvil, milicias populares o paramilitares controladas políticamente.
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